Nadie nos prometio un jardín de rosas

Hoy me acorde de ti, porque, bueno, creo porque ayer vi una película que se llama Stranger than fiction con Will Ferrell y Maggie Gyllenhal. Su personaje se parecía a ti, viviendo sola en una casa bien decorada, pequeña. Ella tenía una pastelería y entregaba amor en cada uno de los pasteles que hacía y en sus galletas, de hecho regalaba algunas a pequeños mendigos de la cuadra, a esas personas tan sensibles que no pudieron soportar el mundo, quien sabe, aquellos que por una gran pena de amor u odio dejaron todas sus pertenencias detrás de ellos y encaminaron sus pasos hacia cualquier lado, sin importar el destino. En fin, los personajes se enamoraban y hacían el amor y dormían juntos y luego compartían un desayuno, el aliento el sudor y todo...¡ que sensación maravillosa!. Así es y así ha sido siempre, esos momentos de dulzor y néctar que no se van con el tiempo, que al contrario permanecen y quedan inscritos en la piel.
Que decir, ha pasado tiempo, salí de la terapia hace un mes y medio y estoy aquí, igual que siempre, igual como en los últimos años, atado, pero trato de respirar y tomar las cosas con calma, de hecho escucho en este momento a Charly con su tema Éxtasis, aquel que dice: "existe yo sé que existe amor en tu piel". Es más te llame hoy desde el celular de mi madre, pero ya no sé si conservas el número, no hubo respuesta. Que más da si todo fue tan rápido como un cometa que viene en picada sobre mi cabeza y del cual no puedo escapar.
En realidad ya basta de escapar si lo he hecho durante toda mi vida, ya es suficiente, ahora solo me queda ver como juegan los niños en la plaza o ver el partido de baby fútbol, tú lo sabes mejor que nadie...Nadie nos prometió un jardín de rosas.