sábado, abril 23, 2005

Viejo Cine

Concepción. Abril del 2005.
Hoy pase por el viejo cine, ese que queda en el centro de la ciudad, inserto en una de esas viejas galerías a las cuales ningún parroquiano visita. Pague mi boleto ($1.800) y entre a ese mundo de pasado y nostalgia. Tome asiento en esos taburetes de cuero corroido y rasgado, el piso era de madera y contemple la película de moda.
Había olor a humedad y antaño, no habían cabritas ni bebida en vasos gigantes de cartón, en cambio, sonaban las aperturas de las bolsas de "gomitas" y "guaguitas", algún envoltorio de chocolate vagabundeaba por el piso y yo, solo, contemplaba la película.
Alguna que otra pareja se daba el beso de rigor o se cobijaban entre sus chalecos. Un timido chico miraba de reojo a su compañera y timidamente acercaba su mano a la de ella. Un par de jubilados dormian y alguna que otra ama de casa aburrida de su cotidiana vida, sacaba alguna risa que hace tiempo no sentía. Una pareja de adultos seriamente no emtian mueca alguna, quien sabe, a lo mejor era la última película que verían juntos.
El audio no era estéreo o de tecnología avanzada, se perdían las voces en ese telón o pantalla desgastada, la imagen era nitida, nada que decir...y yo, solo miraba la película.
Un murmuro amoroso se escuchaba a lo lejos, te amo...ella decía y él replicaba lo mismo. Mientras transcurría la drama, ingresaban nuevos parroquianos a la sala, solo la luz de la linterna del acomodador iluminaba ese mar oscuro y él bajaba amablemente las posaderas de madera ...gracias señor, replicaba, por esos cien pesos que sirven para la micro.
La función continuaba y el climax de la película llegaba, un tierno beso o una despedida era esperada para el final de esta trama...ninguna de las dos..solo lágrimas.
Se prenden las luces y salgo del viejo cine, afuera pega el sol levemente y mientras enfilo hacia no sé donde, me saco el sombrero para saludar a las damas que me sonríen y me hacen sentir que estoy vivo.

1 comentario:

Bellaca dijo...

Los viejos cines... antes... relatos de epocas en su auge... ahora... relatos de vida... de tristezas... de amor... a veces es bueno escaparse por un minuto a ese mundo... ese que nunca ha dejado de existir pero que nosotros hemos dejado de ver...